Rob Halford respondió a preguntas de fanáticos vía Loudersound y contó varias anécdotas, una de ellas la última que tuvo con Lemmy Kilmister de Motörhead.


El vocalista británico asegura que Lemmy se ponía un turbante después de los conciertos que se veía ridículo y siempre se sentaba en su regazo.

"Siempre hay algo agridulce detrás de la foto de Instagram. Luego de la gira sudamericana, estábamos juntos regresando a Los Ángeles. Era un viaje muy muy largo. Él estaba sentado y generalmente no quiere que nadie se le acerque, pero le agradecí por el tiempo juntos. Conversamos algo interno y sentí que iba a suceder", dice un Rob que todavía sigue adolorido.

"Perdón, es que es una memoria que me incomoda", trata de recomponerse. Luego le pidió un selfie, pero Lemmy le mandó a la mi*rda, pero al final cedió: "sigo extrañándolo por todo lo que significó para el rocanrol. Su música vivirá para siempre. Eso es lo que me digo cuando me siento mal".


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