Foto: birmingham mail

Tony Iommi, guitarrista de Black Sabbath, conversó con Gibson y detalló con lujo y detalle todo lo que tuvo pasar luego de su terrible accidente de guitarra. Muchos doctores le dijeron que nunca más volvería a tocar el instrumento que él anhelaba, pero sabemos que la historia fue otra.


"Cuando todavía no tenía prótesis y solo me ponía unas vendas, trataba de aprender a tocar con dos dedos, parecía eterno", dice el inglés que tuvo una etapa difícil y que no quería aceptar el hecho.

"Fue prueba y error", confiesa Tony Iommi quien hacía él mismo sus prótesis. Primero de plástico, pero se resbalaba, al probar con varios materiales se dio cuenta que el cuero es lo que más le asentaba.

"Tengo que cambiármelos una vez al mes o antes de la gira", afirma el guitarrista que hasta hoy en día sigue con el método que le funcionó.

Su vida cambió y su inspiración fue Django Reinhardt, quien solo tocaba con dos dedos. Aunque no quería saber nada de la música, pero cuando su jefe del lugar que trabajaba, le fue insistente, aceptó escucharlo aunque sabía que lo iba a deprimir más. 

"Era como empezar de nuevo y me enfrenté al problema que no podía tocar una nota completa por mis dedos", sin embargo, Tony Iommi fue lo suficientemente inteligente para lidiar con eso y eso fue justamente el sello característico de Black Sabbath y dio con las notas exactas, el intervalo del diablo para hacer historia con el metal.

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